Terminadas las labores propias del verano, “cuando se encerraba el grano” se celebraban las principales fiestas, las del patrón San Pantaleón. Médico, al que desde tiempo inmemorial se encomendaron las sencillas gentes de nuestro pueblo temerosas de las enfermedades, de la peste, de las calamidades, etc… devoción a este Santo, muy importante en los llamados Estados del Duque, ya que en todos los pueblos se celebraba su festividad el día 27 de julio.

Desde 1600 tenemos referencias escritas de que con motivo de la festividad se realizaban capeas, muerte de toros, comedias, bailes, etc…

Esta tradición ha ido perdurando con los años: los toros, el baile, la verbena, la banda de música, la procesión, etc… aunque con los retoques lógicos que ha ido imponiendo el paso del tiempo.